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La Muchacha del Pa�uelo Verde: Un triste viaje desde la hipergamia al ginocentrismo

Cayetano Roberto Campisi
4.9/5 (28450 ratings)
Description:Si bien el pa�uelo verde es un emblema a favor de la despenalizaci�n del aborto, especialmente en la Argentina, el mismo se usa como identificador de un estilo de pensamiento mucho m�s amplio. Como consecuencia de la lucha de determinados colectivos feministas reaccionarios que deambulan en muchos pa�ses del orbe en pos de la igualdad de la mujer, disputa que se mimetiza con el feminismo de las primeras olas, un nuevo merchandising comenz� a ser usado por un grupo de mujeres y es precisamente el mencionado pa�uelo verde.Este se puede colocar sobre los hombros, en el cuello o enrollado en la mu�eca de la susodicha; en muchos casos lo vemos atado a la cartera o a la mochila de la usuaria. Desde luego que el pa�uelo no es lo �nico que identifica a estas "luchadoras" por los derechos femeninos. Ay una suerte de look mis�ndrico fuertemente acentuado en muchas mujeres para diferenciarse del resto de las mortales, tal vez alejadas de tan intensa y obcecada lucha. El uso de combinaciones de colores puntuales en el atuendo, un abanico de vestimentas perfectamente identificables o estilo de cortes y colores chillones de tinturas en sus cabellos, m�s la colocaci�n de piercing, tatuajes o alg�n que otro ornamento militante para llamar la atenci�n del distra�do transe�nte, forman parte de la moda del "ni una menos", que nos acostumbramos a ver en la v�a p�blica y en especial en las marchas de protesta. A esto hay que sumarle lo desagradable, est�ticamente hablando, de ciertas abonadas a la lucha, luciendo pat�ticos sobrepesos, mal gusto en la alineaci�n de su ropa y actitudes desafiantes, como provocadoras para el resto de la gente que les rodean en la calle. No solamente esa filosof�a nacida de una ingenier�a social aceitada, con connotaciones pol�ticas, medi�ticas y empresariales recaen sobre cuestiones est�ticas, sino adem�s el lenguaje agresivo, tanto verbal como no verbal, las costumbres, los sitios de encuentro, las consignas, las danzas, los gestos y las emociones toxicas que albergan las vidas de estos perturbados personajes, nos dibujan un arquetipo psicol�gicamente aturdido y fundamentalmente desinformado.Esto no pretende desvalorizar aquellos reclamos ya tradicionales sobre la equivalencia entre ambos g�neros en t�rminos de salarios, posiciones y escalafones laborales, y la tan manipulada violencia hacia las f�minas por parte de los hombres, lo que vulgarmente se lo conoce como "femicidio" o la mal llamada "violencia de g�nero", que no dejan de ser hechos preocupantes en una sociedad a todas luces violenta e injusta.Estos colectivos feministas marxistas perfectamente identificados, con intensiones destructivas hacia la familia tradicional y hacia la propia mujer, a la que se la trata de in�til e incapaz, intentan dividir a los sexos con el af�n de deshilachar el tejido social. Amparadas por los medios post modernos (el fake news), algunos partidos pol�ticos de izquierda, ciertos intelectuales y artistas, junto a empresas comprometidas con la independencia femenil (solipsismo) y la desvalorizaci�n del hombre como pilar de la sociedad, usan todo tipo de artima�as para imponer sus ideas seudo progresistas, captando la voluntad de mujeres extraviadas, en especial las adolescentes, muchas de las cuales vivieron en carne propia las crisis de sus padres, solidariz�ndose con sus cong�neres generacionales, portando las pancartas del feminazismo como si fuese una moda de la que no hay que quedar al margen.A una mujer lesbiana le cuesta 500 veces m�s que a una heterosexual conseguir pareja y que mejor idea que insertarse en una movida social de mujeres desconformes con el machismo reinante o con el patriarcado, como m�s le guste. Muchas de esas militantes lesbianas son las que fogonean y arrastran a una pl�yade de damitas en el reclamo evidentemente antimachista, colocando como mascaron de proa, un par de consignas leg�timas del feminismo de las primeras olas.We have made it easy for you to find a PDF Ebooks without any digging. And by having access to our ebooks online or by storing it on your computer, you have convenient answers with La Muchacha del Pa�uelo Verde: Un triste viaje desde la hipergamia al ginocentrismo. To get started finding La Muchacha del Pa�uelo Verde: Un triste viaje desde la hipergamia al ginocentrismo, you are right to find our website which has a comprehensive collection of manuals listed.
Our library is the biggest of these that have literally hundreds of thousands of different products represented.
Pages
146
Format
PDF, EPUB & Kindle Edition
Publisher
Independently Published
Release
2020
ISBN
1672070287

La Muchacha del Pa�uelo Verde: Un triste viaje desde la hipergamia al ginocentrismo

Cayetano Roberto Campisi
4.4/5 (1290744 ratings)
Description: Si bien el pa�uelo verde es un emblema a favor de la despenalizaci�n del aborto, especialmente en la Argentina, el mismo se usa como identificador de un estilo de pensamiento mucho m�s amplio. Como consecuencia de la lucha de determinados colectivos feministas reaccionarios que deambulan en muchos pa�ses del orbe en pos de la igualdad de la mujer, disputa que se mimetiza con el feminismo de las primeras olas, un nuevo merchandising comenz� a ser usado por un grupo de mujeres y es precisamente el mencionado pa�uelo verde.Este se puede colocar sobre los hombros, en el cuello o enrollado en la mu�eca de la susodicha; en muchos casos lo vemos atado a la cartera o a la mochila de la usuaria. Desde luego que el pa�uelo no es lo �nico que identifica a estas "luchadoras" por los derechos femeninos. Ay una suerte de look mis�ndrico fuertemente acentuado en muchas mujeres para diferenciarse del resto de las mortales, tal vez alejadas de tan intensa y obcecada lucha. El uso de combinaciones de colores puntuales en el atuendo, un abanico de vestimentas perfectamente identificables o estilo de cortes y colores chillones de tinturas en sus cabellos, m�s la colocaci�n de piercing, tatuajes o alg�n que otro ornamento militante para llamar la atenci�n del distra�do transe�nte, forman parte de la moda del "ni una menos", que nos acostumbramos a ver en la v�a p�blica y en especial en las marchas de protesta. A esto hay que sumarle lo desagradable, est�ticamente hablando, de ciertas abonadas a la lucha, luciendo pat�ticos sobrepesos, mal gusto en la alineaci�n de su ropa y actitudes desafiantes, como provocadoras para el resto de la gente que les rodean en la calle. No solamente esa filosof�a nacida de una ingenier�a social aceitada, con connotaciones pol�ticas, medi�ticas y empresariales recaen sobre cuestiones est�ticas, sino adem�s el lenguaje agresivo, tanto verbal como no verbal, las costumbres, los sitios de encuentro, las consignas, las danzas, los gestos y las emociones toxicas que albergan las vidas de estos perturbados personajes, nos dibujan un arquetipo psicol�gicamente aturdido y fundamentalmente desinformado.Esto no pretende desvalorizar aquellos reclamos ya tradicionales sobre la equivalencia entre ambos g�neros en t�rminos de salarios, posiciones y escalafones laborales, y la tan manipulada violencia hacia las f�minas por parte de los hombres, lo que vulgarmente se lo conoce como "femicidio" o la mal llamada "violencia de g�nero", que no dejan de ser hechos preocupantes en una sociedad a todas luces violenta e injusta.Estos colectivos feministas marxistas perfectamente identificados, con intensiones destructivas hacia la familia tradicional y hacia la propia mujer, a la que se la trata de in�til e incapaz, intentan dividir a los sexos con el af�n de deshilachar el tejido social. Amparadas por los medios post modernos (el fake news), algunos partidos pol�ticos de izquierda, ciertos intelectuales y artistas, junto a empresas comprometidas con la independencia femenil (solipsismo) y la desvalorizaci�n del hombre como pilar de la sociedad, usan todo tipo de artima�as para imponer sus ideas seudo progresistas, captando la voluntad de mujeres extraviadas, en especial las adolescentes, muchas de las cuales vivieron en carne propia las crisis de sus padres, solidariz�ndose con sus cong�neres generacionales, portando las pancartas del feminazismo como si fuese una moda de la que no hay que quedar al margen.A una mujer lesbiana le cuesta 500 veces m�s que a una heterosexual conseguir pareja y que mejor idea que insertarse en una movida social de mujeres desconformes con el machismo reinante o con el patriarcado, como m�s le guste. Muchas de esas militantes lesbianas son las que fogonean y arrastran a una pl�yade de damitas en el reclamo evidentemente antimachista, colocando como mascaron de proa, un par de consignas leg�timas del feminismo de las primeras olas.We have made it easy for you to find a PDF Ebooks without any digging. And by having access to our ebooks online or by storing it on your computer, you have convenient answers with La Muchacha del Pa�uelo Verde: Un triste viaje desde la hipergamia al ginocentrismo. To get started finding La Muchacha del Pa�uelo Verde: Un triste viaje desde la hipergamia al ginocentrismo, you are right to find our website which has a comprehensive collection of manuals listed.
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ISBN
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